Los animales y las plantas reaccionan a los cambios de tiempo. Las piñas y otros frutos similares se abren cuando el tiempo es seco, de forma tan sensible como varía la longitud de los cabellos de un higrómetro. Con el buen tiempo, las golondrinas y los vencejos vuelan a mayor altura para atrapar a los insectos atrapados por las corrientes ascendentes de aire; en cambio vuelan casi a ras de tierra cuando el cielo está cubierto o cuando preveen lluvia. Los caracoles salen cuando ha dejado de llover. A menudo los pájaros cantan al cesar la lluvia para "anunciar el retorno del buen tiempo".
Los antigüos habitantes del campo confiaban en estos avisos naturales. Algunos jardineros afirmaban que si el gato se pasa la para por detrás de la cabeza, es anuncio de lluvia en dos días. O también "asno que salta y brama sin fin, lluvia segura para mañana". Todos los años, por septiembre, la gente puede comentar que el próximo invierno será muy duro, si observan que ciertas aves migratorias ya han partido. De hecho, el inicio de la migración no depende del tiempo que va a hacer, sino del tiempo que ya ha hecho y de la madurez de las aves jóvenes de ése año. Se dice también que las capas de cebolla son más numerosas si el invierno va a ser frío.
Todas estas creencias son infundadas y, sin embargo, la vida de los animales está estrechamente relacionada con el tiempo. La búsqueda y disponibilidad de alimento, la reproducción y migración, son jalones en el ciclo vital tanto de los animales como de las plantas, tremendamente influenciados por la climatología.
Los animales, en su proceso de evolución, adquirieron una intuición especial por la que "conocen" los rudimentos de la meteorología: Son capaces, como nuestros antepasados, de preveer la llega de la lluvia cuando el viento sopla de una determinada dirección. Su percepción de la atmósfera es, sin duda, bastante fina. Esto es lo que han probado numerosos estudios sobre el comportamiento de los animales y plantas respecto al tiempo, entre los que se encuentra el del vencejo. Cuando llega el mal tiempo los vencejos no tienen insectos para cazar; algunos quedan en letargo, si bien otros atraviesasn la zona de lluvia, durante cientos de kilómetros para volver a encontrar el sol por detrás del frente y regresar tranquilamente a su nido siguiendo el buen tiempo. Tan sólo los animales marinos pueden adoptar estrategias a más largo plazo, debido a la persistencia de las anomalías de temperatura entre el océano y las corrientes marinas.
Las aves y el viento
El Albatros: Los marinos siempre han quedado impresionados por el dominio de vuelo de los albatros. A pesar de su peso (unos 12 kg de media) y la envergadura de sus alas (unos 3,5 metros), los albatros practican un tipo de vuelo único: El vuelo planeado dinámico, que aprovecha el aumento de la velocidad del viento con la altura. Descienden a favor del viento, giran rasando las olas y remontan de cara al viento. Equipando a algunos de estos individuos con balizas, se han podido medir sus increíbles marcas: Hasta 162 kms en dos horas; 636 kms, en 12 horas y 200 kms en 3 días...¡y todo ello sin dar un aletazo!
Cisnes: En cierta ocasión los pasajeros de un avión comercial se sorprendieron al encontrar cisnes en migración entre Islandia e Irlanda a una altura de 8200 metros y con una temperatura de -48ºC. ¿Por qué volaban tan alto? Simplemente los cisnes estaban aprovechando la corriente en chorro que pasaba a ésa altura; de ésta manera pudieron hacer su migración a la velocidad de 240 km/hora.
Dendroica striata: Estos pequeños pajarillos (de unos 12 centímetros de largo) atraviesan 4000 kms de océano en sus migraciones. Un esfuerzo de tres dias que les hace perder la mitad de su peso. Si por cualquier razón el viaje se retrasa sólo algunas horas, la muerte es segura. Se ha descubierto que estos pájaros siguen una estrategia meteorológica: Salen después de un frente frío y ajustan su altura en vuelo de forma permanente entre los 1000 y 7000 metros, para beneficiarse de los vientos favorables. Esta técnica alarga su recorrido, pero reduce la duración del vuelo.
Los pájaros que planean se desplazan de una a otra corriente ascensional. |
Los animales y el frio.
Las especies nórdicas son más corpulentas, más bajas y macizas que sus parientes de las regiones más cálidas (oso blanco, pingüino, lechuza blanca del ártico, etc.) La producción de calor interno es proporcional al peso, mientras que el enfriamiento tan sólo es propocional a la superficie; de manera que un animal más gordo será favorecido. Además puede que tenga una piel con pelos y una capa de grasa más espesa. Las orejas son más pequeñas para limitar la pérdida del calor; las patas y los orificios nasales están a menudo recubiertas de pelo o de plumas. Em conjunto, la mejora es enorme.
Los animales engordan en previsión de la llegada del frio. Una capa de grasa les da un mejor aislamiento y reservas de alimento en caso de necesidad. Otros invernan en madrigueras o en cuevas, donde la temperatura es relativamente suave y constante. Algunas especies pueden adquirir hipotermia regulada algunos días de frio (vencejos, colibríes). Los pájaros pequeños suelen pasar las noches en las hojas de las coníferas, donde la temperatura es de 5 a 10ºC más alta que en aire abierto. La flora y la fauna puede aprovechar el manto aislante de la capa de nieve, pues la temperatura en ésa zona queda próxima a los 0ºC, mientras que en el exterior puede hacer mucho más frio.
Adaptación al frio del pingüino emperador |
El calor y los animales y plantas.
Las plantas desarrollan numerosas raíces, ya sean superficiales para poder captar la más mínima lluvia o agua de rocío, o muy profundas. Algunos árboles de 3 metros de alto pueden de esta forma, recuperar el agua a más de 30 metros de profundidad. Las plantas con hojas gruesas o grasas, almacenan el agua en sus tallos carnosos. Por último, la evaporación se reduce al límite: Las hojas son brillantes o pequeñas o incluso se suprimen.
Los animales reducen al mínimo su deshidratación: Cuando tienen sed orinan menos o no lo hacen y sus excrementos son secos. Algunos pueden dejar subir su temperatura interna varios grados para no tener que refrescarse por el sudor o por el jadeo, lo que les haría perder agua. A veces excavan madrigueras o se entierran en el suelo para pasar las horas más cálidas (zorro del desierto, roedores, serpientes, insectos, etc.). Otros se aletargan durante la sequía.
Adaptación del camello al calor de las zonas desérticas |
Las grandes orejas del zorro del desierto le permiten enfriarse cuando tiene mucho calor, debido a la emisión de radiación infrarroja. Algunos lagartos se alejan lo máximo posible del suelo ardiente, caminando a grandes saltos, o poniéndose sobre la punta de sus dedos. Cuando los animales de las zonas más frías hacen sus reservas de grasas, las distribuyen sobre todo su cuerpo con el fin de mejorar su aislamiento. En el caso del camello y del dromedario sucede lo contrario: La grasa está concentrada en sus jorobas.
Bibliografía: Guía técnica de meteorología
Editorial Omega
que ocurre cuando empieza a llover muy duro y a tronar y caer rallos
ResponderEliminarMucho tiempo me dije cuando los pajaros cantan es porque no va llover atr.
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